El Estado debe impulsar un sistema confiable y accesible de recopilación de datos y fomentar la formalización laboral con incentivos. Además, es esencial reconocer el aporte cultural al desarrollo y vincularlo a otras áreas.
Por Marialejandra Puruguay. 04 marzo, 2025. Publicado en Correo, el 1 de marzo de 2025.Usualmente, la cultura se percibe como un complemento en las políticas públicas y modelos de desarrollo. Sin embargo, la evidencia muestra que este sector no solo es un espacio de expresión e identidad, sino también una fuente clave de empleo y crecimiento económico. Según el Anuario de Estadísticas Culturales de España, el sector representa el 3.8% del empleo total, con más de 755 000 personas. Su crecimiento, del 4.4% respecto al año anterior, refuerza que la cultura bien gestionada es un motor económico y eje del desarrollo sostenible.
En el Perú, la realidad presenta retos y oportunidades. Según el Ministerio de Cultura, en 2022 el sector empleó a cerca de 500 000 personas. Aunque es un dato alentador, el reto es contar con datos precisos y actualizados sobre su impacto real. En un país con alta informalidad laboral, la información fiable es clave para diseñar políticas efectivas y fomentar el empleo formal.
El impacto económico de la cultura es innegable. No solo abarca a artistas y creadores, sino también a gestores, diseñadores, técnicos, artesanos y más actores que dinamizan la economía. La digitalización abre oportunidades, pero sin una medición adecuada, será difícil dimensionar su aporte y potenciarlo.
¿Cómo fortalecer la cultura en la generación de empleo? El Estado debe impulsar un sistema confiable y accesible de recopilación de datos y fomentar la formalización laboral con incentivos. Además, es esencial reconocer el aporte cultural al desarrollo y vincularlo a otras áreas. El sector cultural peruano tiene gran potencial para generar empleo y crecimiento, pero sin datos y estrategias claras, su impacto seguirá subestimado.